¿Pero por qué les dio por los cuentos? Pues bien, situemonos en el S. XIX, más concretamente sobre el año 1803. En aquel entonces, Jacob y Wilhelm tenían 18 y 17 años respectivamente. Estudiando en la Universidad de Marburgo (Hesse) conocieron a Clemens Brentano y a Achim von Arnim, quienes despertaron en ellos el interés por recopilar y elaborar cuentos de la tradición oral. Realizando sus pesquisas toparon con una mujer del entorno burgués de Kassel de la cual obtuvieron el grueso del material para sus posteriores cuentos que recopilarían en su libro "Kinder- und Hausmärchen" (Cuentos para la infancia y el hogar), publicado en dos volúmenes en 1812 y 1815. La colección fue ampliada en 1857 dando lugar a los tan conocidos "Cuentos de hadas de los hermanos Grimm".
Pero no todo son "flors i violes", como suelen decir en estas hermosas tierras catalanas, porque los Grimm tenían un sentido por los cuentos algo retorcidos y macabros, cosa que muchos no saben. Estos hermanos se dedicaron a adornar con detalles siniestros y a veces con alusiones sexuales explícitas los cuentos que nos han llegado a la edad contemporánea algo "retocados". Estos "adornos" que solían introducir en sus cuentos, les acarrearon muchos quebraderos de cabeza en forma de censura de ediciones enteras. Tuvieron que reescribir muchos de ellos para satisfacer las exigencias de la sociedad del momento (como por ejemplo cambiar en el cuento original a la madre de Hansel y Gretel por una madrastra). Los Grimm se defendían ante estos ataques argumentando que sus cuentos no estaban dirigidos a niños, sino a los adultos. Aun así, el mercado es el que manda, y por vender se hace casi cualquier cosa, aunque eso signifique amputar grotescamente una obra.
Entre medias de todas estas pesquisas literarias, los hermanos Grimm fueron bibliotecarios (cuando rondaban los 20 años) y antes de cumplir los 30 ya eran profesores universitarios en Kassel.
Después de este breve "kit kat", volvemos a saltar hacia adelante en la línea imaginaria del tiempo y nos plantamos en las primeras ediciones del emprendió de cuentos que estos dos hermanos publicaron. Las primeras tiradas no estaban dirigidas a un público infantil y por tanto carecían de ilustraciones que, en su lugar, ocupaban notas eruditas a pie de página que a menudo ocupaban casi tanto espacio como el mismo cuento.
Las ventas no se dispararon hasta que en 1825 decidieron probar con una "Kleine Ausgabe" (Pequeña Edición; bendita la idea de las ediciones de bolsillo), de 50 cuentos con ilustraciones del tercer hermano Grimm: Ludwig. Sí, sí, habéis leído bien. Aquí, metido en el ajo, hay un tercer Grimm, aunque sea un dato casi totalmente desconocido por la mayoría.
Pero como todo, los hermanos Grimm no dejaron de recibir duras críticas y en esta ocasión venían por parte de profesores, padres de familia y figuras religiosas que condenaban el crudo e inmovilizado contenido. Los adultos eran reacios a aceptar los duros castigos que los villanos recibían (como en el original de Blancanieves, en el que la malvada madrastra se le obliga a bailar con unas zapatillas de hierro ardiente hasta caer muerta). Así que no les quedó más remedio que suavizar el tono de sus cuentos para seguir vendiendo.
Los 210 cuentos que forman la colección de los Hermanos Grimm forman una antología de cuentos de hadas, fábulas, farsas rústicas y alegorías religiosas, habiendo sido traducidos todos ellos a más de 160 idiomas.
Otro dato curioso: tras la 2ª Guerra Mundial y hasta 1948, estuvo prohibida la venta de los cuentos de los Grimm en la zona de ocupación inglesa ya que éstos (los ingleses) consideraban que era una prueba de la supuesta maldad de los alemanes durante la guerra.
La última edición (es decir, la más actualizada) data del 2004 y fue publicada por Hans Jörg Uther (profesor de literatura en la Universidad de Düsburg - Essen).
Los cuentos de los Grimm han llegado a influenciar en todas las formas de expresión artística: teatro, cine, escultura y pintura, ... Walt Disney produjo en 1937 la película de Blancanieves y los 7 enanitos (sí, sí, por increíble que parezca, esta película tiene ya 72 años!) y en 1950, La Cenicienta (con "schlappe" 59 añitos), aunque ésta última se basa más en la versión de Charles Perrault (1628-1705).
En el 2005 se estrenó la película "The Grimm Brothers", dirigida por Terry Gilliam. Creo que ésta película es quizás una de las pocas versiones más "macabras" de los cuentos de los Grimm que ha llegado a la gran pantalla (aunque no debemos olvidar la película de Blancanieves en la que la polifacética Sogourney Weaver encarna a la malvada madrastra; una película terrorífica y muy lograda). En la película de Terry Gilliam se respira ese ambiente oscuro y retorcido de las primeras versiones de los Grimm.
Un autor del que ya he hablado en otra ocasión y que me encantó con su propia visión de los cuentos infantiles es John Connolly, con su obra "El libro de las cosas perdidas". Esta es una obra que plasma, que refleja y remite con una fidelidad pasmosa, que homenajea a esas versiones originales, que la sociedad del S. XIX quiso erradicar de sus páginas.
No puedo más que dejaros con una serie de links para que os recreéis en el mundo de los auténticos cuentos de los Grimm o más bien, la influencia que ejercieron sobre la obra de otros:
- Artículo relacionado:
- Artículo relacionado con la película de Sigourney Weaver (Snow White):
- The Grimm Brothers (película):
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